Cierre perimetral desde el 7 de enero con la clausura total de la hostelería
Solo tres semanas después de que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anuncio el confinamiento perimetral, Oliva baja la incidencia acumulada por contagios de coronavirus, después de reforzar sus medidas sanitarias. El análisis de datos de una de las dos primeras localidades de la zona de la Safor, junto a Daimús, notaron como las restricciones se han endurecido debido a la alta incidencia.
Las primeras medidas de restricciones de Consell después de las fiestas navideñas. Además de prohibir la entrada y salida del municipio, también incluye el cierre de transacciones hoteleras y centros sociales, gimnasios, centros deportivos, parques, jardines y otros espacios públicos. Como resultado, la ciudad es dos semanas más rápidas de lo que toda la Comunidad Valenciana ha detenido casi por completo a las actividades sociales.
El 7 de enero, la tasa de incidencia acumulada de 14 días de la ciudad fue de 262 por cada 100.000 habitantes. Una semana después, el 14 de enero, el caso estaba en pleno apogeo y se realizaron 545 registros. Para el 21 de enero, había superado los 1.300 casos, alcanzando su pico más alto. Unos días después, el Generalitat, Ximo Puig, decidió no ampliar el entorno de Oliva e implementó las mismas medidas de cierre en toda la Comunidad Valenciana.
Para el 28 de enero Oliva cumplía tres semanas sin recepción en la hostelería ni el resto de las actividades. Según datos de la Conselleria de Sanidad, han demostrado que un descenso en la incidencia situada en 999 casos por cada 100.000 habitantes, disminuyendo la cifra psicológica de los 1000. En la última actualización de la Generalitat facilitada ayer, la ciudad confirmó la tendencia a la baja y alcanzó los 880 casos.
Baja la cifra de incidencia psicológica de 1000 casos tras reforzar medidas intensivamente
Así, Oliva, el 28 de enero, cuando en esa ciudad se cumplían ya tres semanas sin hostelería ni el resto de las actividades, fue cuando los datos de la Conselleria de Sanitat ya ofrecieron un descenso en la incidencia, que se situaba en 999 casos por cada 100.000 habitantes, rebajando, además, la cifra psicológica de los 1.000 casos. En la última actualización de la Generalitat, ofrecida ayer, el municipio confirmaba la tendencia a la baja y alcanzaba los 880 casos. La ciudad registraba 221 contagios activos, superaba los 1.400 positivos en total, con 23 fallecidos. Hubo 221 infecciones activas en la ciudad, con un total de más de 1.400 casos positivos y 23 muertes.
La situación en Daimús es diferente, aunque la zona se perimetrò al mismo tiempo que Oliva. Ssu incidencia fluctúa más, porque en gran medida la situación se debe a la gran cantidad de contagios en la residencia. En una semana, subió de 1.315 a 1.668 y luego volvió a bajar a 1.187.
Oliva ya tiene gran parte de la mayoría de los caminos que ahora están recorriendo los municipios en la zona de la Safor. Y puede servir como ejemplo sobre el tiempo que tarda en anotarse las medidas restrictivas, aunque esta cuestión depende de muchas circunstancias.
De hecho, se puede observar que en la última actualización de ayer. Los municipios con mayor tasa de incidencia (más de 1.000 casos por 100.000 habitantes) mostraron comportamientos diferentes y no reflejaron la mayoría de estas medidas. Por ejemplo, en Piles, sube hasta alcanzar los 2.309 casos y situándose en primer lugar. También hubo incrementos en Villalonga (1.967), Beniarjó (1.338), Palma de Gandia (1.532) o Benifairó de la Valldigna (1.336). En cambio, desciende en localidades como Barx (704), Tavernes de la Valldigna (1.284), Bellreguard (2.105) o Ador (1.709).
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