El Grupo Municipal Popular solicita al Gobierno Municipal mayor implicación en finalizar las obras que afectan a esta zona.
Vicent Gregori: “Los vecinos están hartos de reclamar que terminen definitivamente una urbanización que lleva 20 años pendiente de concluir”.
El Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Gandia ha realizado esta mañana rueda de prensa para poner el foco sobre la urbanización de Molló 1, 2 y 3 cuyo origen se remonta al año 2002 y a día de hoy sigue pendiente de finalización.
Es inaceptable que un proyecto que ya nació mal hasta el punto de que desde el inicio hubo modificados de proyecto de decenas de miles de euros en todas y cada una de la unidades de ejecución.
Por ello, desde el Partido Popular de Gandia, exigimos que se eliminen de inmediato los agravios comparativos que constantemente realiza el Gobierno Municipal creando y manteniendo barrios de primera y de segunda en nuestra ciudad, cuando todos los ciudadanos pagamos los mismos impuestos sin poder disfrutar de iguales servicios.
Para Vicent Gregori, portavoz adjunto del Grupo Municipal Popular, “la inacción, dejadez y abandono del Gobierno Municipal es indignante y vergonzosa. A los vecinos de Marxuquera se les debe dar una solución inmediata, sin más dilación, a la caótica situación que llevan padeciendo casi dos décadas”.
Gregori ha destacado que: “No sólo hay que ir a Marxuquera de paseo y a hacerse las fotos de rigor que tanto le gustan a la Sra. Diana Morant y a su Gobierno. Que baje de la nube en la que está permanentemente instalada, pise suelo y se dará cuenta de que la realidad está muy lejos del “Gandia Brilla” del que hace gala. Los ciudadanos quieren y exigen soluciones, darlas es una obligación del Gobierno y recibirlas un derecho de los gandienses”.
Igualmente, en la rueda de prensa de hoy, la Asesora del Grupo Municipal, Carla Ripoll, ha expuesto las carencias de la zona en las que se basan las reivindicaciones de los vecinos y que llevan años pendientes de solución.
Entre esas carencias y obras inacabadas, el soterramiento del suministro eléctrico, las constantes roturas de las tuberías del agua potable, la subsanación de la contaminación acústica que produce la AP7 a su paso por la zona, la limpieza de montes y barrancos, la difícil visibilidad al entrar y salir de los caminos hacia la carretera, el desnivel del firme que provoca que, por la escorrentía, el agua de lluvia entre en las parcelas, barrancos a rebosar de maleza con el riesgo de incendios forestales, árboles cortados, abandonados y secos junto a las viviendas, las aceras llenas de hierba que crece a sus anchas… Y así un largo etcétera.
Ripoll ha afirmado que “basta ya de promesas incumplidas. La situación es inadmisible y vergonzosa. Se han cruzado todos los límites y las soluciones han de llegar ya. Exigimos al Gobierno que de una vez por todas haga los deberes que pasan por corregir lo mal hecho, acabar lo que falta y ocuparse de mantenerlo. Tras 20 años, no es mucho pedir”
