Los padres temen que haya un accidente y denuncian que hay 50 aulas sin puertas
Un total de 374 alumnos acuden cada día a clases en el colegio Lluís Vives de Oliva, entre todo tipo de material de obras: bolsas de cemento, ladrillos y cubos de pintura. Este trabajo de tan solo tres meses se vuelve muy complicado, y el proyecto de transformación del centro principal tendrá una duración de siete meses.
El proyecto de renovación de la escuela comenzó en octubre y debería haberse completado. La especificación tenia previsto un período mas corto, pero la empresa ha solicitado que se extienda por cuatro meses más. La tasa del litigio es de 471.000 euros, que es financiada por el Consell a través de Pla Edificant, pero de esta obra se encarga el Ayuntamiento de Oliva, quien ha licitado el trabajo.
Por tanto, el sector educativo se siente muy incómodo y representantes de AMPA y varias familias creen que el proyecto debió llevarse a cabo durante los períodos no escolares. “Son unas obras de remodelación, no una mejora puntual”, explicó Benjamín Cañamás, quien tiene dos hijos en el colegio.
Tiempo para las obras
También condena esta situación el partido Projecte Oliva, que critica a los dos partidos (Compromís y PSPV) por “apurar” proyectos y no implementar reformas de planificación efectiva hasta 2024. La portavoz de formación Yolanda Pastor, explicó: “Se reconoce el recuerdo de la reforma del centro, y no se pierde el dinero porque vienen del gobierno local”.
Estas incluyen las obras de todo el centro: la renovación del baño del gimnasio, la sustitución de 108 ventanas, doce puertas exteriores y unas 50 aulas, y la renovación del pasillo sin azulejos. Cañamás, menciono: “Se ha estado trabajando con radiales para cortar azulejos y ponerlos en la pared”
Para este padre es una acción un tanto ilógica, explica: “Los obreros deben llevar equipo de protección para el ruido, ¿Cómo se les ocurre que allí se puede dar clase?”. Además, esta obra también implica la renovación de ascensores y la instalación de aires acondicionados en las aulas de los niños. Así como reconstruir varios vestuarios.
Las clases entre el material de obras provoca el miedo de las familias
Como lo ha señalado la Asociación de Padres y Madres de Alumnos de Lluís Vives (AMPA), esta situación puede provocar miedo e incertidumbre. Explicaron en la junta directiva que desconocen qué medidas de seguridad se tomaron para evitar cualquier tipo de incidente entre los alumnos del centro.
Fuentes de AMPA mencionaron que les preocupa que “ocurra algún tipo de accidente”. Mencionan también que escribieron una carta al Ayuntamiento solicitando las medidas de seguridad que tomaron, pero no existe respuesta alguna y agregaron que las más de 50 aulas del centro no tienen puertas.
Falta de información y comunicación de ambas partes
Señalaron desde AMPA de la Escuela Pública de Oliva: “Nos entregaron el plan de trabajo de gestión que envió la empresa, pero el documento no aclaraba nada”. Agregó que no hubo explicación a las familias sobre las dimensiones de dicha obra.
Se pensó que se iban a cambiar las ventanas y poco más, pero son obras de calado. “Nos dijeron que después de las vacaciones de Navidad estaría casi todo terminado, pero no fue así. Después de las vacaciones han llegado obras en los pasillos y radiales en marcha”.
La vicealcaldesa, Ana Morell señaló que ante todos estos argumentos, el ejecutivo local indico que “la seguridad está garantizada” pues existe un informe de seguridad y salud que avala que se cumplen con los requisitos necesarios para cuidar por el bienestar de los alumnos y maestros del centro.
Además, añadió que visitaría el centro cada 15 días para comprobar el avance de la obra. Al encuentro asistieron técnicos y arquitectos municipales, miembros de AMPA y funcionarios municipales. Agrego que “el trabajo más ruidoso se hace por la tarde después de clase”.
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