“Ayer, coincidiendo con el plenario que tenía que tratar las conclusiones de la comisión de las polémicas obras de Tiendas 27 (una casualidad, sin duda), fui objeto de un furibundo ataque personal de la ejecutiva del PSPV-PSOE de Oliva”, asegura Salvador Llopis.
El PSOE de Oliva pidió el jueves 27 de abril la dimisión del líder del PP de Oliva, Salvador Llopis, por no haber cumplido sus obligaciones tributarias en relación a su casa y las reformas en la misma. Los Sociaistas de Oliva adjuntaron documentación para fundamentar su acusación y su denuncia pública.
Lee la noticia aquí: https://gandia.com/psoe-de-oliva-pide-la-dimision-de-salvador-llopis-por-defraudar-a-la-hacienda-publica-reiteradamente/
Llopis, por su lado, ha querido a contar a Gandia.com su versión, calificando el actuar del PSOE como un “ataque”:
Tengo muy claro que la intención de este ataque no es otro que desviar la atención de las demoledoras conclusiones que se extraen del análisis de los expedientes derivados de las obras de su líder
A pesar de esto, por mi familia y amigos me veo en la obligación de contestar. En primer lugar, tengo que decir que me grita bastante la atención el hecho que la ejecutiva de un partido sepa (o crea saber) el importe de mi recibo del IBI.
O que hablan de una “casa prácticamente en ruinas”, de 70 m², cuando *ninguna de estas afirmaciones se corresponde con la información catastral que todo el mundo puede consultar. Del mismo modo que también me llama la atención que sepan (o crean saber) los metros cuadrados que tiene mi casa actualmente.
O que afirman que estábamos viviendo en ella en 2019, cuando resulta que todavía estábamos alquilados en otra vivienda. No sé si todo esto tendrá que ver con la posible rotura de la cadena de custodia de mi expediente.
Presunta anomalía administrativa que puse en conocimiento de la alcaldía mediante registro de entrada de fecha 25-05-2020. Me gustaría pensar que no. También me sorprende que la ejecutiva socialista emita un comunicado en el que habla de supuestas irregularidades tributarias, cuando desde el departamento de Hacienda del Ayuntamiento de Oliva (que dirige justamente su líder), no se ha iniciado ningún expediente o trámite relacionado con esas acusaciones.
Al menos a mí no se me ha notificado nada al respeto. De todas formas, no tengo ninguna intención de echar balones fuera o de esconderme. No tengo motivos. Al contrario, yo tengo entendido que la efectividad catastral de las declaraciones de obra nueva tienen lugar en el día siguiente de producirse los hechos, con independencia del momento en que se notifican al catastro.
Esto al menos es el que me explicaron mis arquitectos e interpreto leyendo el arte. 17.6 del texto refundido de la Ley del Catastro Inmobiliario. Por lo tanto, supongo que pagaré el IBI, o los impuestos correspondientes, desde el momento que los arquitectos consideraron acabada la obra (en efectos retroactivos, para entendernos), aunque la notificación haya tardado un poco más al efectuarse, por las circunstancias.
Es decir, que estoy dando los pasos que marca la ley y siguiendo todos los procedimientos que toca. El único que es verdad es que la obra se ha alargado más tiempo del que a mí me hubiera gustado. Señal que mi mujer y yo somos personas trabajadoras que hemos ido poquito a poquito construyendo nuestro sueño compartido.
Pero no creo que tenga que pedir disculpas por eso, ni tampoco por haber estado 12 años de alquiler (o favores familiares). Somos personas humildes de familias humildes, y no me hace *ninguna vergüenza reconocerlo.
Por último, quiero dejar claro que si la intención de la ejecutiva socialista era acallarme, o hacerme agarrar miedo, os aseguro que no van a conseguirlo en absoluto. Voy a continuar diciendo el que pienso de la casa (¿o tendría que decir mansión, si tiene 294 m²?) de su líder. De las obras sin licencia que se han hecho en esa casa-mansión. Y de toda la documentación que ella no ha aportado y que sí le se pide al resto de ciudadanos y ciudadanas (a mí incluido).